domingo, 21 de octubre de 2012

Auto, soledad, ruta…y Coleman.


El nuevo disco de Richard Coleman navega por las raíces del músico y versiona despojadamente temas en inglés.



Cuando Richard Coleman bucea en sus lados más oscuros, saca lo mejor de si y así quedó plasmado en su segunda producción en su etapa como solista “A song is a song Vol 1”.

El ex 7 delfines rescató un puñado de temas seleccionados especialmente por él para versionar al mejor estilo darkie. Un disco despojado, melancólico y con impronta Coleman. Versiones en su idioma original (inglés) que recogen las raíces musicales aquellas que fueron moldeando desde pequeño al músico. Grabadas entre enero y abril de 2012 en Steel Aquarium (Siberia Buenos Aires) y mezclado en Revolver durante mayo del 2012.

Diez temas componen el volumen 1, que abre con el exquisito “A song for you” del folkie de Oklahoma, León Russell; sigue el sublime “Midnight rider” de los Allman Brothers Band y una lección como una versión puede sorprender a la original, continua “Wild is the wind” un tema que popularizó el maestro David Bowie aunque se trata de un hit de los años 50s; luego experimenta con un sonido céltico del progresivo británico “Thick as a brick” de Jethro Tull. Promediando el disco se calza las botas del de Memphis aunque más parecido a Nicholas Cage en “Corazón salvaje” (1990) de David Linch con una entrañable versión “Love me tender”. Una de las rarezas de este disco es “Changes” de Black Sabbath y no por haber escogido a los de Ozzy y companía, sino por la versión lograda, de una justeza y profundidad pocas veces escuchada. No es casualidad que en la selección de autores la gran mayoría sean ingleses y no podía faltar un tema de una mujer, la elegida P.J.Harvey con “To bring you my love”, pegado continua un documento que refleja el alma de la obra “Spider and I” del multifacético Brian Eno, ya que el mismo ex Fricción contó que cuando tenía 15 años escuchó por primera vez este tema y eso hizo que descubriera “Heroes” de David Bowie, tema emblemático en la carrera de Coleman; otro que no podía faltar es el tempranamente malogrado y genio de la melancolía Nick Drake y una versión de “Pink Moon” y para cerrar acredita sus dotes de guitarrista con una versión de taberna de “Give my love to rose” del cantautor estadounidense Johnny Cash a modo de despedida.

Todos los temas interpretados por Richard Coleman en voz, guitarra Acústica de 6 y 12 cuerdas, guitarra eléctrica, Lap Steel Guitar, contó con la colaboración de Bodie (Sebastian Datino) con armonio, Piano Wurlitzer, sintetizador, bajo y Gonzalo Córdoba con mandolina en “Wild is the wind”.

Este último trabajo viene con un EP numerado en forma limitada con tres temas “Midnight Rider”; “Psycho killer” del neoyorquino David Byrne y una versión demo de “Pink Moon” a modo de souvenir.

Aunque “Una canción es una canción” volumen 1 salió hace unos días ya se espera un segundo volumen, ya que en vivo también hace versiones de “Satellite of love” de Lou Reed, “Drive” de Cars; “Personal Jesus” de Depeche Mode; “No big deal” de Love & Rockets” y hasta “Children of the bells” del disco en inglés de Luis Alberto Spinetta entre otros.



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